El Primer Simposio Internacional sobre TUTA ABSOLUTA tuvo lugar en la ciudad de Valencia en marzo de 2010. El simposio fue organizado por PHYTOMA, con la colaboración de la Universidad Politécnica de Valencia y contó con más de 400 participantes del mundo entero.
David Levi, el fitopatólogo de Hazera, ha escrito una reseña del simposio para Tomato News.
La Tuta Absoluta es una microlepidóptera que pertenece a la familia de los Gelechiidae y ataca plantas solanáceas tales como la patata, el tabaco, la berenjena y el tomate.
La Tuta Absoluta viene siendo una peste seria que afecta al tomate desde la década de 1980 en América del Sur. Su primera aparición en Europa fue en 2006 (en la región del Este de España).
La Tuta Absoluta es una polilla que causa grandes daños a hojas, con una fuerte preferencia por los tomates. Existe también en berenjenas, pimientos dulces y patatas, como así también en diversas otras plantas cultivadas. También puede existir en malezas de la familia de las solanáceas (Solanum nigrum, Datura spp.). La Tuta Absoluta puede causar una reducción del 50-100% en el rendimiento de cosecha del tomate y su presencia puede limitar la exportación del producto. La prevención y una gestión adecuada de la peste son cruciales. A menudo, el control químico falla debido a la resistencia de la Tuta Absoluta a muchos pesticidas, pero también porque una gran parte de su desarrollo tiene lugar en el interior de la planta o del suelo, fuera del alcance de pesticidas. Por lo tanto, la forma preferida de controlar las infecciones de Tuta absoluta es una combinación de diferentes estrategias bajo la modalidad de gestión integral de la peste (IPM, por sus siglas en inglés). Seguidamente encontrarán algunos de los temas que se debatieron en el simposio.
La Tuta Absoluta se reproduce rápidamente, con un ciclo de vida que oscila entre los 24 y 38 días, dependiendo de la temperatura. El insecto puede completar su ciclo de vida en la gama que va de los 25 a los 35°C. La temperatura mínima para su actividad es 9°C. Cuando las temperaturas son superiores a los 35°C, el insecto tendrá dificultades para completar su ciclo vital, con elevados niveles de mortalidad. Su etapa larval (orugas) no entra en diapausa mientras tenga a su disposición medios de nutrición. Una hembra puede colocar hasta 250-250 huevos durante su vida, pero en promedio emergerán entre 40 y 150 de los huevos colocados en partes de la planta que se encuentren por encima del suelo. El 75% de los huevos se depositan sobre las hojas y el 15% sobre frutos.
Las infecciones son más frecuentes en las plantas jóvenes que en las más viejas. Una vez que comienza la aparición de frutos, la planta resulta menos atractiva para la hembra como anfitriona para sus huevos.
No obstante, en un invernadero cerrado o en condiciones de monocultivo, también habrá población acumulada en las plantas más viejas. Los huevos se convierten en orugas en el interior de las hojas (alimentándose de las parénquimas, tras haber entrado por la epidermis), el tallo o el fruto, pero salen para pupar.
Hay cuatro estadios larvales. Mientras van mutando, las orugas pueden encontrarse temporalmente fuera de los conductos de las hojas o del fruto. Los dos primeros estadios pueden causar los daños más serios a la planta. Mediante la reducción de la incidencia de adultos, es posible reducir el daño que producen las larvas.
La pupación puede ocurrir en el suelo o sobre la superficie de una hoja, en una hoja rizada o en un conducto. Lo habitual es que las pupas se encuentren en el suelo, en grietas o en los bordes de contacto de la película protectora. La hibernación puede ocurrir en un huevo, una pula o en una polilla adulta. Las polillas son activas durante la noche y se ocultan entre hojas durante el día. En Europa Meridional y en el norte de África no se han observado casos de sobrehibernación.
El color de las polillas adultas está entre el gris y el marrón, con un tamaño de aproximadamente 6 mm y una envergadura de 10 mm cuando extienden sus alas. La coloración de los machos es algo ligeramente más oscura que la de las hembras. Las hembras pueden vivir de 10 a 15 días y los machos 6-7 días.
Las orugas recién nacidas son pequeñas (0.5 mm) y de un color amarillento. Cuando maduran adoptan un tono verde-amarillo y detrás de sus cabezas se desarrolla una banda negra. Cuando han crecido por completo tienen aproximadamente 9 mm de largo y un color rosáceo en sus espaldas. Las pupas son de color marrón claro y miden unos 6 mm.
La Tuta Absoluta puede expandirse muy fácilmente y con rapidez de distintas maneras. Cuando hablamos del nivel mundial, se ha mencionado que su expansión ocurre de dos formas principales: envíos de materiales vegetales frescos, como plantas o frutos (particularmente tomates en rama, que pueden contener este organismo en cualquiera de sus etapas) y por la acción del viento. Se ha visto que la plaga puede propagarse a más de 1000 km de distancia en un año. Originaria de América del Sur, su primera aparición en Europa fue en la región Este de España, en el año 2006. Hasta 2009 ya se había extendido a la mayor parte de los países mediterráneos, como así también a muchos países de Europa Central y Septentrional.
La Tuta Absoluta puede infestar cualquier parte de la planta que se encuentre por encima del suelo y en cualquiera de las etapas de la cosecha. Su continuo desarrollo arroja como resultado la presencia de la peste en el cultivo a lo largo de toda la temporada. Las orugas prefieren las hojas y los tallos, aunque se las puede encontrar también debajo de la corona de los frutos y hasta dentro de los frutos mismos. Las orugas atacan solamente los frutos verdes. Parece que no hay diferencia entre el fruto verde y las hojas, aunque sí la hay en la preferencia de las hembras adultas en cuanto a dónde tendrá lugar la colocación de sus huevos. Hay ciertas diferencias entre las variedades. Se ha encontrado que en general las infecciones son menos frecuentes en tomates de tipo cherry que en otros tomates de mayor tamaño.
El monitoreo del umbral del daño se mide en diferentes categorías: la cantidad de minas en la primera alimentación, el tamaño de los túneles minados y la cantidad de orugas en una hoja, la cantidad de hojas infectadas en una planta en una superficie dada o la cantidad de frutos infectados por planta.
La decisión sobre un tratamiento dado se hace tras medir la cantidad de adultos que se encontraron en trampas para el monitoreo, que se colocan en el campo o en el invernadero. En España se recomienda el tratamiento con insecticidas cuando en las trampas se acumulan 40 adultos por día. Este podría ser el nivel que puede causar daño a los frutos. Se espera que el 10% del daño de las hojas pueda dar como resultado el 5% de frutos dañados. El umbral mínimo de la temperatura es de 8°C.
Se ha llegado a un consenso de que la forma más efectiva de controlar la Tuta Absoluta a largo plazo es mediante la integración de diferentes enfoques de gestión de la peste.
Prevención – Trampas de feromonas – Chinches depredadoras – Parasitoides – Bacillus thuringiensis – Insecticidas selectivos
La Tuta Absoluta viene siendo una peste seria en América del Sur desde la década de 1980. Al comienzo fue tratada con pesticidas, utilizando dosis elevadas y tratamientos repetidos. La consecuencia fue el desarrollo de poblaciones de insectos resistentes a los insecticidas que fueron utilizados.
Las diferencias en los enfoques para medir los umbrales de infección dieron como resultado diferentes regímenes de tratamiento por un lado y la falta de alternativas por el otro, que revelaron un monosistema para controlar la peste.
Differences in the approaches to measuring the infestation thresholds resulted in different treatment regimes on one hand, and the lack of other alternatives on the other that revealed a mono system to control the pest.
Actualmente se comprende bien que la mejor forma de tratar la Tuta Absoluta es mediante medidas para una gestión integral de la peste (IPM), combinadas con mejores herramientas para monitorear.
Prevención – El uso de mosquiteros es importante en invernaderos y en lugares en que se utilizan mallas para sombra. Impedir que los insectos adultos entren al cultivo es clave para el éxito, pero se comprende que esto es un verdadero desafío en el caso de la Tuta Absoluta. El insecto siente una fuerte atracción por la planta tomatera y puede encontrar toda pequeña abertura o agujero en la red. Asimismo, las orugas pueden reptar al interior del invernadero por debajo de la pared hecha con la malla o con el plástico.
Las plantas que se infectaron en la cosecha anterior pueden portar grandes cantidades de pupa en su follaje. Por esa razón se han llevado a cabo experimentos para evaluar la efectividad del tratamiento del follaje en lugar de sacarlo fuera del invernadero. Se ha encontrado que solamente unas pocas pupas podían completar su ciclo de vida, pero eran suficientes para reconstruir la población en el invernadero. Este método puede ser útil solamente si hay un receso entre las temporadas de cultivo. Este enfoque puede causar un problema secundario si las plantas estaban infectadas con otras enfermedades, como ser del tipo de las originadas en el suelo.
Se recomienda que el invernadero esté cerrado durante diez días antes de un nuevo transplante. La entrada debe tener mallas o puertas dobles.
Los alrededores del invernadero o del campo, así como el invernadero o el campo vecino, deben estar limpios de restos de tomateras o de otras solanáceas (Solanum spp., Datura spp., patata, berenjena o tomate). Es imposible controlar el insecto si no se trata el entorno.
Trampas de feromonas – Se utilizan con dos fines principales: monitoreo y trampas masivas o para la creación de una confusión sexual. Hay diferentes tipos de trampas de feromonas, y su uso en el invernadero varía. La cantidad y su emplazamiento dentro del campo/del invernadero dependo del propósito para el cual se utilizarán.
La efectividad y la longevidad de las feromonas dependen de las condiciones en el campo/invernadero. Con temperaturas altas, las feromonas serán efectivas durante un periodo más breve. El difusor puede hacerse con diferentes niveles de feromonas o con diversos materiales. El más efectivo está hecho de goma. El precio de las feromonas es muy elevado y eso puede ser un factor limitante.
Hay distintos tipos de trampas para la captura masiva, y la mayor parte utiliza dos estrategias principales. Las trampas Delta o una que es una lámina plástica cubierta con pegamento, o un baño con agua. Las trampas masivas son de efectividad limitada, especialmente cuando la población de los insectos es de muy alta incidencia.
Se está ensayando un nuevo desarrollo: el uso de numerosos microdifusores que se distribuirán en forma uniforme en el invernadero a los efectos de aumentar la confusión sexual.
Trampas luminosas – No se recomienda su uso, ya que pueden atrapar a otros insectos beneficiosos en el invernadero y, por el otro lado, pueden atraer hacia el invernadero a otros insectos.
Chinches depredatorias Mirid – Ya se utilizaron en forma extensa y con éxito contra moscas blancas (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci) en tomates combinadas con parásitos (Encarsia formosa, Eretmocerus spp.) Nesidiocoris tenuis (Mediterráneo) Macrolophus pygmaeus (Norte de Europa). Las Mirid pueden causar cierto daño a las plantas tomateras, pero los agricultores prefieren a veces una población mayor de Mirid, porque el daño que causan es menor que el provocado por la Tuta Absoluta.
Parasitoides – Parásitos ovales: Trichogramma spp. Es necesario liberar con frecuencia grandes cantidades, por la vida breve del Trichogramma y los tricomas glandulares de los tomates, que reducen la población de parasitoides.
Actualmente se estudian parásitos larvales, además de biocontrol inoculativo o incluso el tradicional.
Bacillus thuringiensis – Tanto neonatos como en etapas posteriores pueden comer este bacilo (Bt). Esto convierte al Bt en una aplicación muy eficaz, aunque tiene algunas limitaciones. El Bt tiene una producción de toxina muy específica. La efectividad puede llegar al 95%, particularmente en los primeros estadios. Las cantidades deben medirse con suma precisión y la aplicación debe ser muy regular (semanal).
Insecticidas selectivos – Es muy importante seleccionar los insecticidas usados para el control de la peste. En una gestión integral, los insecticidas elegidos y el régimen de uso de los mismos revisten una importancia crucial. Ya se ha visto que la desarrolló poblaciones que son resistentes a insecticidas. Hay disponibles diferentes regímenes de uso y esto es lo que se recomienda. El régimen más recomendado es seleccionar los diversos grupos de pesticidas y usarlos en una secuencia que garantice que ninguno de ellos sea aplicado dos veces en una generación dada del insecto.